"Expresar la belleza y la suavidad del femenino así como toda la fuerza de mi útero que sale a través de mi garganta"
Nací en el sur de Argentina y crecí rodeada de naturaleza. Cuando era todavía una niña empecé a ir a la iglesia los domingos porque me atraía la parte de los cantos, no entendía nada del sermón, no entendía nada del pecado, pero en los cantos, cuando cantábamos todos juntos vibraba mi corazón. Tenía un piano de juguete en el que tocaba las melodías y cantaba. En ese momento de mi vida descubrí también el poder del rezo, de la conexión íntima, pura y directa entre diosito y mi alma de niña a través de la palabra.
Más tarde descubrí la poesía y también encontré en esta la misma sensación, que llegaba a mi corazón cuando leía y que salía de mi corazón cuando escribía. Volví a conectar con el canto devocional cuando empecé a practicar yoga y a cantar los mantras. Aunque no entendiera el significado de las palabras, mi espíritu reconocía y se reconfortaba en esta vibración de canto sagrado.
Cuando llegué a México hace 7 años conocí las ceremonias y el círculo de mujeres, mis comadres cantaban tan bonito, y cantaban mucho. En México descubrí la fuerza y la belleza de la energía femenina y me fui identificando poco a poco y cada vez más con este camino. En el canto encontré la manera de expresar la belleza y la suavidad del femenino así como toda la fuerza de mi útero que sale a través de mi garganta, una vibración que sale del corazón y llega a los corazones de todos, una vibración que unifica.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario