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lunes, 21 de julio de 2014

La fuerza del canto, un espacio sin tiempo.



...este canto es un canto Lakota que cantan las mujeres para las mujeres, es un canto de fuerza…

Desde siempre he tenido una conexión profunda con la mujer india americana del norte y desde hace tiempo comprendí mi pertenencia al clan de la mujer loba.

Buscando voces que razonen con la de mi corazón, es como encontré este canto que definitivamente levanta y conecta con mi fuerza interna y con el aspecto de la mujer alfa.


Cuando la mujer levanta su voz se manifiesta un aspecto muy poderoso de ella. Despierta una memoria antigua que habla de la relación de la mujer con los espíritus del viento, del agua, del fuego y de la tierra. En este espacio la mujer no conoce fronteras...
por ello, el canto de las mujeres es un espacio sagrado que vive dentro, que cuando es escuchado y cantado por más de una se vuelve un rezo de unidad, un rezo de Poder.

La mujer es un ser que nació de un sueño de la madre cósmica, que dio a luz al Universo. Dicha madre, tiene la capacidad de engendrarse a si misma para volver a nacer y poder dar vida infinitamente; por ello cuando la mujer encuentra a través del canto su centro, ella recuerda su infinita existencia.

Todo condicionamiento social que ha sido impregnado a través del tiempo se transforma en esa capacidad de poder volver a nacer cuantas veces sean necesarias con tal de conservar la llama eterna que existe en las profundidades del mar que es ella misma, ella agua.

El canto de las mujeres es un espacio sin tiempo. Donde no existe ego ni lucha de poder, no hay juicios de valor ni importancia personal, por eso nos sentamos en circulo al rededor de un fuego, porque estamos recordando cómo es la verdadera relación entre mujeres, como siempre fue, porque nos estamos reconociendo, nos estamos levantando de alguna manera con nuestra voz. Estamos recordando lo que nuestras abuelas nos dejaron inscrito en las estrellas, en el latido del corazón de la madre, en el brillo mismo de la Luna.

Creo que todas somos la misma, y en este tiempo nos hemos encontrado nuevamente para rehacer el camino, por eso es un tiempo en que a pesar de todo lo que sucede en el mundo es este espacio en que nos damos cuenta de que al cantar nos sanamos de verdad y sanamos al planeta; ofrecemos -de alguna manera- lo mejor que tenemos a quienes amamos,  porque cuando vibramos en la alegría, y nos escuchamos de verdad podemos mover montañas.

Somos infinitas, invencibles, somos mujeres sagradas, TODAS.


Yo soy la Tania, Yanaquilla, Luna Nueva, así me he reconocido en el fuego, y soy instrumento de Sanación del Espíritu, mi camino no esta trazado, lo estoy haciendo, con la certeza de que es el misterio de la vida quien sabe de verdad a donde voy.