Una siempre encuentra lo que está buscando, y lo que una está buscando también lo encuentra a una.
Ya no recuerdo a qué hora desperté, ni cuando, ni donde estaba realmente, solo sé que esta búsqueda constante de lo que soy me lleva mucho más lejos de lo que jamás había imaginado y mucho más cerca de una esencia viva que me rodea y a veces, también, se me escapa…
Decidí dedicar mi vida a la música, hacerlo a través de mi voz, la voz de esta alma que vuela entre lugares diversos siguiendo la pista del viento, y mientras ando, me voy descubriendo como mujer, como hermana, como vida…
Foto: Presentación Mujeres de Luna en Agua Dulce |
Miro al frente, hay gente, hay luces…
Estoy en un escenario de los muchos que existen, pero único en su esencia e historia, estoy frente a miles de miradas, me vuelvo el centro y algo vibra por dentro, algo se mueve al frente, respiro, recuerdo las memorias de mis ancestros, los miro a todos y todos son mi espejo, el fuego se enciende en mi ser, mis pies se mueven, la tierra me llama, yo escucho y necesito sentirla, danzo, danzo como nunca, como siempre lo he hecho en mis infinitas vidas… sin miedo y dispuesta a conquistar-me…
La voz me recorre por dentro, invade mis átomos y de repente mis pies son mi voz, mis manos son mi voz, mi cuerpo entero, todas mis células se transforman en este sonido que empieza a fluir por mi garganta… Me olvido de todo, mis pies se levantan del suelo y la música me abre las alas, me expando, me convierto en todo lo que veo y todo lo que veo se convierte en mi. Ya no puedo definirme, se me salió mi “Yo” de las manos, las sensaciones no caben en las palabras que salen por mi boca, una boca que ya no es mía, una boca que ya no es boca… una boca que es arena, que es fuego que me quema por dentro… respiro…
Mi cuerpo ya no está , solo soy un espiral de energía. Un remolino de brasas me ha envuelto. Lo que yo pensaba que era yo misma ya no existe, ya dejé de existir hace rato y no me había dado cuenta. Mientras vuelo entre los bosques de mis entrañas, entre las selvas de mi cuerpo, mi sangre vibra de alegría, mi sangre que es la vida misma danza en el calor del vientre de la tierra… se transforma en luz entre las aguas cristalinas que conforman los cristales de mi canto… respiro…
Soy todos los sonidos, soy todos los silencios, soy la gente y los momentos, soy la risa, soy la fuerza, soy el viento, soy el mar y soy lo incierto, soy los pájaros de la mañana, las montañas y los cielos, soy todos lugares que tengo dentro, soy la vida, soy el aire desde lejos, soy el cosmos, soy mi madre, soy mi abuela, soy el UNO…
lo buscaba..
lo recuerdo.
Texto: Sophya Ramírez
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